top of page

EDGARDO SAAVEDRA

CAHI FELLOW PANAMÁ

OPTIMIZACIÓN DE LOS PROCESOS

QUIRÚRGICOS DE LA CAJA DEL SEGURO SOCIAL

El Dr. Edgardo Saavedra es médico y cirujano gastrointestinal, Subdirector Nacional de Atención Especializada en Salud de la Caja del Seguro Social en Panamá, institución en la que ha trabajado por casi 10 años.

Forma parte de la 5ta Generación de CAHI Fellows. 

SOBRE SU PROYECTO

El propósito que se ha establecido el Dr. Saavedra es el de mejorar los procesos quirúrgicos, para generar una reducción de la mora existente en los procesos que coordina la Caja del Seguro Social en su país. Se propone estandarizar los protocolos y mantener un ritmo adecuado para la realización de cirugías electivas, que son solicitadas constantemente por la ciudadanía. 

 

La preocupación del Dr. Edgardo Saavedra es muy concreta, él sabe que un paciente que no es operado a tiempo se puede complicar, que se afecta considerablemente su calidad de vida y la de su familia, además de costarle grandes recursos al Estado. La mora quirúrgica tiene así consecuencias múltiples, que podrían evitarse si se establece de manera rigurosa el seguimiento a procedimientos específicos en la atención a estos pacientes. 

 

Hay cirugías que, aunque son electivas poseen gran valor y relevancia para los afectados: piedras en la vesícula, cataratas, ciertos problemas ginecológicos y urológicos, que con una intervención que se realiza en poco tiempo, con lapsos de hospitalización muy corta, mejoran considerablemente la salud y generan bienestar. 

 

“Se considera que una cirugía que no se realiza dentro de los 3 meses siguientes al diagnóstico, está ya en mora quirúrgica. En el país tenemos pacientes que tienen que esperar hasta varios años para lograr su intervención y eso no es sostenible. Un total que oscila entre los 8 y los 10 mil pacientes no logran operarse cada año.”

 

Las especialidades más requeridas están claramente identificadas, según nos explica el Dr. Saavedra. Él señala que las hernias son muy solicitadas, también las intervenciones de vesícula, los tumores y las histerectomías. En la especialidad de oftalmología se trata de las cataratas. En ortopedia los reemplazos de rodilla y de caderas. Finalmente, las neurocirugías y las cirugías cardiovasculares terminan de completar esta lista. 

 

Por ello es sencillo diagnosticar el problema, considerando el tipo de operaciones más necesitado: la situación es multifactorial y un elemento muy importante es el recurso humano. Parte del proceso pasa por sensibilizar al personal médico para que cumpla a cabalidad con los horarios establecidos para las intervenciones y las cuotas pautadas para cada período. En este momento puede ocurrir que de tres cirugías programadas para un día sólo se realice una, quedando las otras dos en espera por nueva fecha. 

 

Otro elemento interviniente es la disponibilidad de los materiales. En este momento hay un retraso en la compra de medicamentos y otros insumos indispensables para las cirugías, de modo que es indispensable mejorar la planificación y tomar previsiones para las operaciones programadas. En palabras del Dr. Saavedra “necesitamos estar preparados con mayor anticipación, a sabiendas de las intervenciones que han sido programadas, tener disponibilidad de todo lo que es necesario.”

 

El tercer elemento es el de la disponibilidad de salas de operación y camas para estos pacientes que requieren cirugías electivas. Como pasa en muchos países de la región centroamericana, los hospitales de la ciudad capital tienen un exceso de pacientes, de modo que no tienen la disponibilidad necesaria para realizar este tipo de cirugías. Sencillamente es necesario dar paso a las emergencias primero, lo cual ya ocupa gran parte de las salas de operaciones; y en segundo lugar hay personas que requieren de una hospitalización más larga, de modo que no hay más camas utilizables. 

 

“No hemos logrado crear un sistema que nos permita que todo aquel que necesita operarse sea atendido dentro de los 3 meses siguientes. Los servicios quirúrgicos mantienen pacientes en espera cada año por el orden de las 10 mil personas. 

En Panamá se operan al año entre 60 y 70 mil pacientes en las 18 unidades quirúrgicas del país. De esas, el 30% son urgencias, el otro 70% son electivas. De acuerdo con lo que he podido analizar dentro de mi proyecto, necesitamos lograr unas 10 mil cirugías extras cada 12 meses, para poder solventar el retraso en unos 3 años.”

 

Nos explica el Dr. Saavedra que para ello hay que tener los quirófanos adecuadamente equipados; todo el personal médico, los cirujanos, los anestesiólogos y personal de enfermería debe estar a tiempo y listo para realizar la intervención; los insumos deben haber sido adquiridos con suficiente antelación. Si estas condiciones se dan y los protocolos son realizados cabalmente, la situación puede dar un giro positivo. 

 

“En el año 2017 hicimos una prueba, coordinada desde la Dirección General, y que abarcó los meses que van de junio a diciembre. Escogí 14 de las cirugías más requeridas y coordinamos hacerlas en los hospitales de la periferia, para descongestionar los que están en la ciudad capital. En unos 12 hospitales del país logramos hacer en esos 6 meses unos 12.700 procedimientos adicionales a los que se realizan de manera regular. Esto implicó que al cerrar el año se completaron un total de 82.500 procedimientos, gracias al seguimiento constante, la estandarización, la generación de informes regulares. Allí demostramos que este esquema puede funcionar.”

 

El Dr. Saavedra insiste en que de este modo además se reducen los costos para la Caja del Seguro Social, porque los pacientes no regresan constantemente por sus dolencias mientras esperan su turno de ser operados, sino que son atendidos en menor tiempo y su dolencia se resuelve con la cirugía, lo cual es mucho más eficiente para todos los involucrados. 

Su objetivo ahora es lograr replicar esa experiencia en otros hospitales y progresivamente ir estableciendo estos procedimientos y formas de trabajar las necesidades quirúrgicas, ya no como un plan extraordinario y adicional, sino como forma de operar de todo el sistema de salud. 

PROGRAMA CAHI FELOWS

“A través de CAHI hemos aprendido una forma de organizar nuestro proyecto y la idea que nos moviliza. La iniciativa que estoy adelantando es muy compleja, tiene implicaciones en el ámbito nacional y yo sentía inicialmente que debía abarcar la totalidad de los hospitales desde el inicio. Con mis análisis a lo largo de este programa he comprendido que se requiere una implementación progresiva, comenzando con 4 hospitales y luego ir abarcando más por fases, para que se sostenga el cambio y realmente se logren los objetivos.”

El programa de CAHI Fellows facilita que los participantes pueden planear y desarrollar sus proyectos con un alto nivel de eficiencia, que en el caso de los objetivos que se plantea el Dr. Saavedra están relacionados con la implementación de un proceso dinámico, constante, auditable, que sea eficiente en términos de costo e impacto, con el objetivo final de disminuir los pacientes en las listas de espera y que no haya mora quirúrgica. 

“He ampliado mi conocimiento para el manejo administrativo de mi proyecto, los procesos de gestión, la medición de resultados, la confección del árbol de problemas y objetivos, el manejo de las estadísticas, la implementación por fases. Todo ello me ha resultado de muchísima utilidad y en la medida en que se concretan los aprendizajes sobre la base de algo real, voy también ganando confianza en que puedo lograr el impacto que espero.”

Refiere el Dr. Saavedra que ahora siente que es parte de una red de apoyo que le permite ampliar el alcance de su trabajo, que sabe que tiene colegas y compañeros en Honduras, Guatemala, Nicaragua, Costa Rica y que puede solicitar apoyo en cualquier momento del proceso. Ha sido para él un proceso retador, con un alto grado de seguimiento y exigencia para el cumplimiento de tareas y objetivos de aprendizaje. 

“Yo agradezco la tenacidad de CAHI y con ellos de la INCAE dentro de un programa de tan alto nivel. Creo que ahora el seguimiento futuro es la clave, debemos hacer un esfuerzo por mantenernos conectados y en dos o tres años ver los resultados de nuestros proyectos y del trabajo sostenido. Ese es el lapso que yo visualizo se necesita para ver cambios significativos y realmente me planteo que mantengamos esta visión, como CAHI Fellows.”

bottom of page